PNL: Sensopercepción

Procesos Mentales: Sensopercepción

A los que hacemos Programación Neurolingüística (PNL), nos encanta aprender y profundizar sobre el funcionamiento del cerebro.

La PNL tiene mucha influencia de la Psicología Cognitiva, de la cual toma varios modelos de los procesos psicológicos básicos, tales como atención, memoria, sensopercepción, lenguaje, emociones y otros que, a los fines didácticos se muestran por separado, pero en la práctica están íntimamente relacionados e interactúan sistémicamente. Las técnicas de PNL tienen en cuenta el funcionamiento del cerebro desde estos procesos.

PNL: Sensopercepción

En este artículo veremos las bases científicas del proceso sensoperceptivo. Desde la PNL estudiamos cómo percibimos el mundo y cómo filtramos del exterior los infinitos estímulos perceptivos que pugnan por ser percibidos por el cerebro. De esta manera, formamos los mapas mentales que definirán nuestra experiencia en tanto actúan como filtros perceptivos a la vez que condicionan la interpretación que hacemos de lo percibido. Uno de los objetivos de la PNL es agudizar la percepción, de manera que sepamos cómo es el proceso, a qué le tenemos que prestar atención y cómo podemos usar esa información para mejorar nuestros resultados.

El cerebro –en tanto procesador de información- tiene limitada capacidad para captar todos los estímulos que acontecen a cada momento. Entonces, debe decidir, desde su sistema atencional, a qué le va a prestar atención y qué va a dejar afuera. Entonces, hay áreas del cerebro dedicadas especialmente a actuar como filtros y proteger al cerebro de la sobrecarga de información. Una vez que, consciente o inconscientemente, prestamos atención a algo, entra el juego el sistema sensoperceptivo.

Sensación y percepción

Ahora bien, dentro de la palabra Sensopercepción hay dos palabras que representan estos dos procesos mentales interconectados: sensación y percepción. La sensación y la percepción son dos procesos que se suceden. Si bien conscientemente no los podemos distinguir, dado que ambos suceden en el mismo segundo, no son simultáneos, se diferencian por centésimas de segundo.

La sensación es el dato sensorial no elaborado (la luz que ingresa por la retina del ojo). La percepción es el dato sensorial elaborado, es decir, interpretado (veo una flor). La sensación es un proceso más biológico. La percepción es un proceso cognitivo (mental), ya que interpreto el dato, le otorgo un sentido. Por ejemplo, por mi sistema auditivo ingresan ondas de sonido (oigo un ruido); esto es una sensación. Medio segundo después, le otorgo significado (vidrios rotos). Un instante después, busco en mi memoria y logro clasificar esos vidrios rotos en una ventana rota o un vaso roto. Esa interpretación disparará, luego, una emoción (miedo o enojo), con sus respectivos procesos mentales y fisiológicos. Todo esto, que sucede en el plazo de un segundo, involucra numerosos procesos mentales.

Vale aclarar que cuando hablamos de percepción, no hablamos sólo de percepción visual, sino que percibimos por los cinco sentidos.

La percepción es un proceso activo

En el proceso de percibir el mundo, lo estamos construyendo activamente, construimos estos modelos mentales del mundo (mapas). No sólo interpretamos lo que efectivamente estamos viendo, escuchando o sintiendo, sino que también muchas veces agregamos información faltante, como podemos aprender con las leyes de la Gestalt.

Lo que percibimos está condicionado por nuestras necesidades, expectativas, historia, creencias, deseos y un sinnúmero más de condicionantes que, consciente e inconscientemente influyen en la selección de la información (o estímulos) que dejaremos pasar. Es decir, vemos lo que queremos ver, o escuchamos lo que queremos escuchar. Dejamos pasar aquello que tiene sentido en nuestro mundo interno (en nuestro mapas). Y todo lo demás, lo que no tiene sentido, lo dejamos de lado, lo filtramos, no lo registramos conscientemente y por eso, desde nuestro mapas, no existe, porque no es importante.

Por eso desde la PNL, otra de nuestras tareas es “limpiar” nuestros canales sensoriales, para agudizar la percepción. Al limpiar nuestros canales sensoriales de juicios e interpretaciones previas por ejemplo, podemos reconocer las respuestas que necesitamos de manera más fácil. Esto enriquece nuestros mapas, aumenta nuestras posibilidades de acción y en definitiva, mejora nuestros resultados.

¿Hay algo que estés percibiendo últimamente que te llame la atención en los demás, en vos o en el mundo?

Por otro lado, ¿hay algo que quisieras encontrar y no lo estás encontrando (no está entrando en tu rango de percepción)?

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