PNL: Atención

Procesos Mentales: Atención

La atención es la primer entrada de información, es lo que permite que la información ingrese (sea percibida) a través de los sentidos. El sistema atencional selecciona la información útil que va a ser procesada y desecha todo lo demás.

Lo opuesto a la atención es cuando estamos despistados (popularmente se suele decir “falta de atención”), o aturdidos (cuando nos sentimos bombardeados por estímulos sensoriales y nos imposibilitamos de seleccionar aquellos que son importantes en ese momento).

Hay muchos modelos atencionales, cada grupo de científicos la define de diferentes maneras. De todas maneras, todos coinciden en que tiene varios elementos y hay instrumentos para medirla. Veamos algunos de los más importantes, tomados del modelo de Mirsky-Duncan (1991).

Estado de alerta

Decimos que mantenemos un estado de alerta, cuando estamos activados, todos nuestros sentidos están encendidos y funcionando al máximo. Esto consume recursos del cerebro, ya que requiere consciencia para procesar la mucha cantidad de información en un momento dado. Por ejemplo, si estoy manejando un auto en el centro de la ciudad, mantendré un estado de alerta mucho mayor a si estoy en el campo leyendo un libro un domingo. Al manejar el coche, debo estar mucho más alerta (debo estar pendiente de estímulos sensoriales visuales, auditivos y kinestésicos) para ver autos delante, a los costados y detrás, motos, peatones, señales, sonidos de ambulancia, el tablero del coche, las revoluciones del motor para cambiar la marcha y muchos estímulos más.

En el mundo de la PNL, podemos reconocer que las personas preferentemente visuales suelen estar en un estado de alerta mayor que las auditivas o kinestésicas. Entonces, para agudizar nuestro estado de alerta, podemosponernos visuales.

Focalización

Por otro lado, la focalización, es la capacidad de concentrarse en una tarea, en presencia de estímulos que distraen (Mirsky & Duncan, 2001). Refiere a la información importante en la que debo centrarme en un momento dado. Por ejemplo, si estoy cosiendo un botón, estaré focalizado en esa acción para cuidarme de ser preciso con la aguja. Si estoy estudiando para un examen en un bar, mantengo el foco en lo que estoy leyendo y “anulo” todo lo demás.

Las personas preferentemente auditivas, según la descripción que hacemos de ellas desde la PNL, suelen lograr más fácil enfocarse en una cosa. Entonces, cuando necesitamos concentrarnos en una cosa (hacer foco) ponernos auditivos es una buena estrategia. Acompañando esto, hacer un buen ejercicio de centramiento, es de gran utilidad para predisponernos a realizar esa tarea y mantener la atención. A la capacidad de mantener el foco en algo durante un tiempo, se le llama atención sostenida.

Hoy en día, se dice que los niños no tienen esta capacidad, en la mayoría de los casos se confunde la manera particular de procesar la información que tienen estos niños con un trastorno de hiperactividad o trastorno de atención. Al diagnosticar esto, generalmente se los medica, en lugar de revisar de qué manera se les está estimulando y motivando a aprender. En lugar de adaptar los métodos de enseñanza, se los medica para que los niños se adapten a los métodos de los adultos.

Ahora bien, a los adultos, muchas veces también nos cuesta mantener la atención (especialmente a los preferentemente visuales o kinestésicos). Entonces es frecuente ver, por ejemplo, en una presentación oral, si el presentador tiene una voz monótona o el tema no es de interés, las personas de la audiencia van a tender a desmotivarse y por ende, perder la atención. Por esto es importante utilizar diversos recursos para mantener la atención, por ejemplo, cambiando algún atributo de la voz, usando recursos audiovisuales, involucrando a la audiencia, generando sorpresa, etc.

Desde la PNL, al conocer cómo funciona el cerebro, ofrecemos diversas técnicas y herramientas tanto para ayudarnos a mantener nuestra atención, así como aplicar esto para mantener la atención de los demás cuando nosotros somos los que estamos hablando

Bibliografía consultada

Mirsky, A., & Duncan, C. (2001). A Nosology of Disorders of Attention. Annals of the New York Academy of Sciences, 931(1), 17–32

Mirsky, A., Duncan, C., Anthony, B., Ahearn, M. B., & Kellam, S. (1991). Analysis of the elements of attention: A neuropsychological approach. Neuropsychology Review, 2(2), 109–145. Retrieved from link.springer.com/articles

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