Metamodelo del Lenguaje: Generalizaciones

Generalizaciones del Lenguaje

Organizamos nuestros conocimientos en categorías generales; si no generalizáramos, deberíamos pensar en todas y cada una de las excepciones y alternativas. Tomaría mucho tiempo comunicarnos, entonces, las generalizaciones son muy necesarias, porque generan reglas por las cuales simplificamos nuestras elecciones cotidianas. Nos sirven para estructurar nuestra realidad. Son útiles para organizarnos desde el lenguaje y además, nos sirven de aprendizaje. Si una vez meto un dedo en el enchufe y me da corriente, los meto de en otro y me da corriente, tengo razones para suponer que cada vez que meta los dedos en un enchufe me va a dar corriente. Ahora bien, algunas veces, por ejemplo en el terreno emocional, las generalizaciones pueden resultar limitantes. Entonces, como desde la PNL, y específicamente desde el Metamodelo del Lenguaje, buscamos mejorar la comunicación con los demás, aprender a comprender qué están queriéndonos transmitir y ayudarles a ampliar y enriquecer su modelo del mundo, desafiaremos las generalizaciones que consideremos limitantes.

Hay tres grandes categorías de generalizaciones:

1. Cuantificadores universales

Estos se usan cuando un ejemplo se toma como representativo del universo de posibilidades. Detectamos generalizaciones cuando las personas dicen: “siempre”, “nunca”, “todos”, “nadie”, “todo”, “nada”, “todo el mundo”, “cada”, etc. Estas palabras no admiten excepción, aluden al 100% de los casos. Por ejemplo: “Nunca hago nada bien” o “Todos los hombres son iguales”.

Para cuestionar los cuantificadores universales, desafiamos buscando la excepción o un contraejemplo. ¿Nunca nunca? ¿Hubo alguna vez que hiciste algo bien?o ¿Todos todos? ¿Hay algún hombre que sea distinto? De esta manera, apoyamos al otro a ampliar su mapa.

2. Operadores modales de posibilidad

Son palabras o frases que imponen límites determinados por reglas no dichas y, sobre todo, por creencias limitantes. Ejemplo: “no puedo”, “no me sale”, “no sirvo para esto”. Se relacionan con una incapacidad o una imposibilidad. Define nuestra incompetencia absoluta en relación a algo, desapareciendo toda posibilidad de lograrlo remotamente. Por ejemplo: “no soy buenos para las matemáticas”; “los idiomas no son lo mío”; “no puedo conseguir pareja estable”.

Al desafiar a alguien que utiliza estas formas verbales, lo ayudamos a que amplíe su modelo del mundo y expanda su capacidad de acción, es uno de los objetivos de las técnicas de PNL. Queremos que el otro vea otras alternativas. Estos operadores modales se desafían encontrando el impedimento específico que no se ha verbalizado: ¿Qué te lo impide?.

3. Operadores modales de obligación

Otros operadores modales son reglas de conducta no explícitas “debería”, “no debería”, “debo”, “no debo”, “tengo que”, en las cuales no defino las consecuencias de incumplir dichas reglas. Estas expresiones limitan también su capacidad de acción y a menudo muestran creencias o mandatos que “hay que” cumplir a costa de sufrir consecuencias. Y generalmente esas consecuencias no son tan graves y son más bien psicológicas.

El uso injustificado de estos operadores modales, acarrea culpabilidad. Por esto es que desafiamos con la pregunta básica del método científico “¿qué pasaría si… hiciera lo contrario a la regla?”.

Por ejemplo, si alguien dice “No debería comer eso” y lo desafiamos “¿qué pasaría si lo comés?”, la respuesta podría ser: “me salgo de la dieta y me siento culpable”. La consecuencia es psicológica. Al desafiar estas expresiones, ayudamos a esta persona a ampliar su modelo del mundo y tomar consciencia de que está eligiendo no comer eso, para evitar sentirse mal consigo misma.

Al hacer algunas de las preguntas del Metamodelo del Lenguaje, desafiando a quien estamos escuchando, al principio no entenderá las preguntas y probablemente te responda con mala gana o superficialmente. Esto es porque parte de la base de que todos piensan de la misma manera que él, como si todos procesáramos la información de la misma manera o nos hiciésemos las mismas imágenes mentales de las situaciones. Pero si continúas, siempre en rapport, preguntando, llegará un momento en que la persona se haga consciente de los procesos y te los explique. De esta manera llegarás a la información valiosa y adecuada que te permitirá comunicarte mejor y ejercer influencia en el otro.

El metamodelo es una herramienta fundamental de la PNL, poderosa en los negocios, la terapia, la educación y también en las relaciones personales.

Es importante recordar que las personas construyen distintos modelos del mundo y no podemos suponer que lo que las palabras significan para nosotros, significan lo mismo para los demás.

Es un potente medio para obtener valiosa información, aclarar significados e identificar estructuras limitantes de pensamiento en las personas.

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